Una charla con esta artista uruguaya del maquillaje nos mostró el camino de una pasión que ha sabido de frustraciones y ha avanzado tras su objetivo demostrando que querer es poder. Con el foco puesto en una nueva vida en Estados Unidos, Virginia Vera hace un resumen de su carrera y de su vida dedicada a este arte con una pasión indiscutible.
¿Cuándo empezaste a trabajar en maquillaje y a desarrollar el concepto de ser una artista?
Empecé en 2004, pero 2008 fue como un año de quiebre donde decidí dedicarme de lleno a esto y tuve una gran frustración porque era muy difícil poder vivir de lo que me gustaba y hacerme un lugar en el ambiente. Ahí me retiré, dejé de maquillar por completo, me metí a hacer otra carrera (Licenciada en Sistemas). Me recibí, y empecé a trabajar en eso. Un buen día mi esposo me dice “si vos vieras como te brillan los ojos cada vez que agarrás un pincel… levántate de ese escritorio y anda a hacer lo que te gusta”. Y así fue. Mi cuñada estaba estudiando diseño en la escuela de Peter Hamers y tenía un desfile en Punta del Este. Me pidió ayuda y ese fue como el empujón que me ayudó a volver a diseñar y armar una propuesta para el traje que ella tenía que presentar.
Ahí empecé de nuevo con todo y empecé fuerte, pero con la mirada puesta en lo que se hacía a nivel internacional, más que a nivel local. Me considero bastante autodidacta, sobre todo después de darme cuenta que ya había llegado a mi techo en cuanto a la formación que se podía tener en Uruguay en ese momento. Empecé a buscar diferentes artistas de diferentes países que me inspiraran y decidí ir tras ellos, viajando a diferentes partes del mundo para acceder a su formación.
Uno de esos casos fue el de Einat Dan, quien recientemente visitó Uruguay, en un evento realizado por Vera Make Up. Einat Dan es una artista y maquilladora internacional de gran prestigio, que nació en Israel y ha recorrido el mundo trabajando para eventos tan importantes como el New York Fashion Week, industrias casi inaccesibles como el cine de Hollywood, marcas como Tommy Hilfiger, Fendi, Valentino o Jean Paul Gaultier y revistas como Vogue, Elle e InStyle junto a los fotógrafos y productores más destacados del mundo.
Acá en Uruguay teníamos dos caminos: el maquillaje social de novias, quinceañeras y madrinas y el maquillaje artístico, que fue hacia donde comencé a apuntar.
Un buen día mi esposo me dice “si vos vieras como te brillan los ojos cada vez que agarrás un pincel… levántate de ese escritorio y anda a hacer lo que te gusta”. Y así fue.
En 2014 fui junto a otra artista al Mundial de Body Painting que se hizo en Austria. Esa experiencia me mostró que había un montón de artistas con diferentes estilos, y uno que me atrapa especialmente es el maquillaje de alto impacto. Este tipo de maquillaje tenía como base el maquillaje social e incorporaba el arte y la creatividad para diseñar según la ocasión. Un ejemplo son los maquillajes para tapas de revista, donde el principal objetivo es que la foto que tiene a ese modelo que maquillas atrape al espectador. Este tipo de maquillaje ya sea editorial o de pasarela, entre otros, requiere un trabajo de equipo para lograr su resultado final.
Así como comencé a seguir a Einat Dan, también seguí tras los pasos de Valeria Orlando, una destacada maquilladora italiana que ha llevado a las pasarelas un estilo muy teatral. Como siempre les digo a mis alumnas de la escuela de Vera Make Up, no hay que quedarse con una sola cosa, hay que explorar, buscar nuevos caminos, arriesgarse a crear como lo hicieron, entre muchos, estas referentes que menciono.
Contanos sobre tu primer viaje.
Esa experiencia en Austria fue fabulosa, porque cuando me anoté lo hice en la categoría “Body Painting: pincel y esponja amateur” y de la organización me respondieron que me anotaban en la misma categoría pero profesional. Con solo ver ese email para mí ya había ganado, aunque luego no salí premiada en la categoría. Una de las cosas que aprendimos en ese viaje, fue que nos faltaba mucho para ser profesionales. Entre otras cosas, los productos que usábamos no eran los adecuados, no teníamos lo último que se usaba. Allá, ya trabajaban con cosméticos especiales para pintar la piel, así que desde el vamos fuimos con una carencia en productos. También las y los modelos que se pintan son profesionales en esta área, en fin, otro mundo.
A partir de ese viaje, en los concursos que vinieron terminé siempre clasificada en una lista de los primeros 23 maquilladores y body painters del mundo, lo cual es muchísimo teniendo en cuenta el gran número de participantes que hay en cada edición sean en el país que sean.
Así llegaron eventos en Estados Unidos (Atlanta y Carolina del Norte) de Body Painting, pero poco a poco fui enfocándome en este otro tipo de maquillaje entre artístico y social.
Llegar al Fashion Week de Nueva York en 2015 fue de los momentos más lindos de mi carrera, porque además desencadenó muchas otras cosas.
Además de traerla a Uruguay, sos parte del equipo de Einat Dan a nivel mundial. ¿Cómo ha sido eso?
En un momento, yo estaba como estancada en Uruguay y Einat hizo un llamado entre sus alumnas para formar el mejor equipo de maquilladores del mundo. Decidí postularme, mostrarle algunas ideas que tenía y recibí un muy buen feedback de su parte. Ahí me contó que ese equipo viajaba a trabajar al Fashion Week de Nueva York.
Ese evento me abrió un montón de puertas por el prestigio que tiene y por la forma de trabajar. A mí me tocó participar de los desfiles de cierre inte-grando uno de los tantos equipos que estaban a full maquillando en los momentos más importantes de la semana. Además, esa primera participación me per-mitió conocer a muchos colegas y a otros referentes del rubro a nivel mundial.
NYFW fue como el detonante, después vienen las oportunidades y está en vos si las aprovechas o no, y sobre todo, aprovechar las posibilidades de generar cosas junto a colegas ya sean de Hong Kong o Tailan-dia, por citar un ejemplo.
¿Cómo es el maquillaje para moda en esos mercados?
A veces la gente tiene la idea de que el maquillaje de moda es mínimo y no debe tener protagonismo, pero no es así, todo depende de la producción, de lo que se quiere mostrar, del arte aplicado a la presentación. En algunos casos requerirá un maquillaje tenue, casi imperceptible, pero otras no. De ahí lo que comentaba antes, el maquillador debe saber diseñar y trabajar en equipo, pero también dar su punto de vista y defender su trabajo. Saber qué cosas van a quedar bien y cuáles no, es muy importante. La iluminación y las técnicas de fotografía por ejemplo, inciden mucho en el resultado final.
Diseño, creatividad y trabajo en equipo son tres imprescindibles para tener éxito en este rubro…
Uruguay es de los mercados más difíciles pero es lindo también. La mujer uruguaya en general es muy clásica a la hora de vestirse, a la hora de peinarse, a la hora de maquillarse, y hay que partir de esa base.
Si mirás 10 años para atrás había muy pocos diseñadores, no era como ahora, y no se valoraba tanto la creatividad. Ahora vemos una moda muy renovada, gente sumamente talentosa, con un nivel increíble, digna de estar en cualquier pasarela compitiendo con los más grandes de la moda. De hecho, la formación en diseño ha cambiado mucho en una década. Y en mi rubro por supuesto se notó ese cambio, ese avance. Hoy se entiende que el pelo y el maquillaje son cosas muy importantes para mostrar cualquier diseño.
La cara de la modelo es una de las primeras cosas que mira el espectador en un desfile y hay muchas variables que hay que analizar para diseñar su maquillaje: ¿qué edad tiene la modelo?, ¿qué iluminación habrá?, ¿a qué hora será el desfile o la producción?, ¿cómo será la escenografía?.
Todo esto está comenzando a contemplarse en Uru-guay, de a poco, pero se va avanzando. Tal vez por eso mi escuela de maquillaje ha tenido una gran demanda, la gente está ávida por aprender a crear incorporan-do distintas técnicas. La moda lo pide porque se está arriesgando un poco más.
Comparando ¿cómo se trabaja en desfiles fuera de Uruguay?
Mi experiencia en desfiles internacionales es que generalmente hay dos equipos, uno que es como el encargado de toda la producción y otro que se ocupa de los detalles, cosa muy importante para lograr el objetivo propuesto.
¿Cómo funciona Vera Academia, tu escuela de maquillaje?
Durante el 2017 estuve dando talleres para maquilladoras. El requisito para participar era que fueran maquilladoras recibidas, porque la capacitación pasaba por romper las reglas del maquillaje social, animarnos, arriesgar a crear lo diferente. Obviamente pasaban por un montón de procesos y podía llegar a ser frustrante intentar crear algo innovador desde el vamos.
Los talleres fueron de cuatro meses cada uno y más bien personalizados, con cupos de no más de seis asistentes. Se hicieron en los espacios de Sinergia Design en un ciclo que hoy estoy cerrando. Como parte de la propuesta, la mayoría de las alumnas del año pasado viajaron a Nueva York este año a participar en los IMATS 2018, uno de los eventos de maquillaje más importantes de Estados Unidos por donde, desde el 2011, pasan las principales tenden-cias y es punto de encuentro de artistas de distintas procedencias. La consigna siempre fue formar maquilladoras mirando el mundo, viajen o no, la idea es que no le den la espalda a lo que pasa afuera.
En este 2018 me radico en Nueva York para trabajar con una compañía productora de Manhattan, y me voy con la intención de lograr un puente entre Uruguay y el mundo, abriendo mi academia allá y viniendo a Uruguay cada vez que pueda.
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