Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos han practicado el arte de adornarse. En un principio, lo hicieron con los elementos de la naturaleza a su alcance como plumas, huesos y caparazones para, en una etapa posterior, incorporar los metales.
Las joyas representan una forma no verbal de expresión cuyo significado ha estado ligado a la riqueza, el estatus social, la afiliación política y/o religiosa. En la Edad Media, las joyas eran de uso exclusivo de la realeza, el clero y la nobleza estando su uso vedado para los restantes estamentos de la sociedad. Esto las convirtió en símbolos de poder, autoridad y riqueza y también, como contrapartida, en talismanes con poderes curativos y mágicos para aquellos cuyo uso lo tenían prohibido.
Es durante el Renacimiento cuando la joyería incursiona en la moda como adorno. Las prendas, confeccionadas en seda y terciopelo, eran bordadas con perlas y se les pegaban apliques de metales preciosos. También fue el comienzo de la incursión de pintores y escultores en el diseño de piezas como Hans Holbein o Albrecht Dürer.
Entre los Siglos XVII y XIX, los diseños comienzan a reflejar el gusto de la moda del momento y de las tendencias.
A su vez, el avance tecnológico permitió la producción seriada que disminuyó notablemente los costos y permitió el surgimiento de las joyas de imitación, dando lugar al advenimiento de la bijouterie. Esto permitió la coexistencia de piezas casi idénticas con costos de elaboración diametralmente opuestos y, por consiguiente, la democratización del uso.
El siglo XX marca la aparición de la joyería de autor, de diseño o contemporánea. Esto significó un cambio en la valoración de las piezas dándole mayor importancia a las formas y a la originalidad del diseño por sobre el costo de los materiales.
Las Reglas de Oro a seguir en la elección de joyas son:
- Preferir calidad sobre cantidad.
- Menos es más. Debemos evitar recargarnos para huir de la ostentación o del atiborramiento visual, con la excepción de Iris Apfel que puede permitirse todo.
Iris Apfel (Fuente: The New Jewish House)
Pautas generales para el uso correcto de las joyas:
- El momento del día
- El tipo de evento al que se asista
- La estación del año
- La actividad que se desarrolle
1 – El momento del día
Durante el día se debe dar preferencia a joyas más discretas. Pueden ser alhajas en oro y plata con perlas o piedras preciosas no ostentosas.
Pulsera de plata de Gurhan (Fuente: The Jewellry Editor)
El día también admite combinaciones de gemas de distintos colores, también conocido como tutti-frutti, en diseños de carácter más informal.
Anillo de oro y esmalte de Pippa Small (The Jewellry Editor)
Es el momento indicado para lucir piezas que combinen metales con nácar, resinas, cuero, madera o piedras semipreciosas como malaquita, ónix, ágatas, turquesas o coral.
Pendientes de oro rosa y perlas negras de Tahití de McCaul Goldsmiths (Fuente: The Jewellry Editor)
A partir del atardecer, el tipo de joya adecuada varía en función del grado de formalidad del evento. En estos casos, se tornan más opulentas y de diseños más elaborados en metales nobles y piedras preciosas de alto valor. Esta pauta también es válida para seleccionar bijouterie fina elaborada con materiales y diseños de alta calidad.
Pendientes Bvlgari (Fuente: The Jewellry Editor)
2 – Tipo de evento al que se asista
En este apartado nos concentraremos en eventos formales: cocktail, galas y bodas.
Las joyas se deben seleccionar en función de:
- El estilo del vestido. La joya siempre se debe adaptar al vestido. Si se desea llevar una gargantilla al cuello, la misma debe ser la adecuada al tipo de escote de la prenda. De la misma manera, las pulseras y brazaletes deben adecuarse a las mangas del vestido.
- El peinado. Si se lleva el cabello recogido es una oportunidad para lucir unos pendientes largos.
- Si se cubre o no la cabeza. Si se usa un tocado, los pendientes deben ser discretos.
La etiqueta del reloj
Antiguamente se consideraba de mal gusto lucir reloj en eventos formales, regla que se aplicaba a hombres y mujeres por igual y que está cayendo en desuso. Los relojes-joya como los “Secret Watch”, que esconden en su interior la esfera luciendo exteriormente como un brazalete, se han impuesto en el segmento de la alta joyería para ser lucidos en eventos de máxima etiqueta.
Secret-Watch de Giampiero Bodino ( fuente: The Jewellry Editor)
Eso sí, debemos evitar el reloj pulsera de uso cotidiano ya que resta elegancia. Si no poseemos una pieza más elaborada y lujosa es preferible no llevarlo.
Criterios generales para el uso de las joyas en ocasiones formales:
- Si se lleva pendientes como punto focal, no llevar collar o gargantilla.
- Si se lleva gargantilla como punto focal, llevar pendientes pequeños.
- Si se opta por un broche como centro del estilismo, no llevar collar o gargantilla.
- No abusar del número de anillos, puede marear a quienes están a su alrededor.
3 – La estación del año
El verano es la ocasión para usar piezas en materiales acrílicos, cerámicos, corales, turquesas, metales esmaltados en colores vibrantes y alegres, etc. Durante el invierno, los metales combinados con cueros o textiles se complementan a la perfección con los estilismos del estío.
Pulseras de la línea Jeux de Liens de Chaumet (Fuente: The Jewelry Editor)
En este sentido, no es conveniente combinar accesorios complejos, en materiales pesados propios del invierno con prendas veraniegas y viceversa.
4 -Actividad que se desarrolle
En la Oficina. En el ámbito laboral, las joyas deben ser discretas. El objetivo es no desviar la atención del interlocutor hacia las mismas. La trilogía básica se compone de reloj, anillo y pendientes. En caso de usar cadena, no usar brazalete y viceversa.
Collage (elaboración propia) Pendientes de Mikimoto; anillo modelo Quatre de Boucheron y reloj Ballon Bleu de Cartier)
En el Gimnasio. En el gimnasio es deseable no llevar ningún tipo de joya. No sólo porque la transpiración las ensucia sino también por motivos de seguridad ya que pueden causar algún accidente.
Y siempre recordar el consejo de Coco Chanel,
“antes de salír de casa mírate al espejo y sácate un accesorio”.
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