En 1956 la oscarizada actriz y musa de Hitchcock, Grace Kelly, ponía rumbo al principado de Mónaco para contraer nupcias con su soberano Rainiero II, luego de un breve noviazgo. Se daba inicio así a una dinastía que no sólo salvaría al diminuto país de ser devuelto a Francia sino también a una era de esplendor, belleza y tragedia a partes iguales.
Grace Kelly
El 19 de abril de 1956 Grace Kelly hacía su entrada en la Catedral de Mónaco enfundada en un vestido que hizo historia. Fue creado por la también ganadora del Oscar Helen Rose, diseñadora de vestuario de la MGM y responsable de los estilismos de la actriz dentro de la gran pantalla.
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El mismo se exhibe en el Museo de Arte de Filadelfia, ciudad natal de Grace Kelly, donde se lo describe de la siguiente forma: “creado para complementar la belleza de “princesa de cuento de hadas” de la actriz, presenta una falda acampanada en piel de seda marfil con enaguas y corpiño de cuello alto en encaje de Bruselas, que se re-bordó para hacer las costuras invisible y luego se acentuó con semillas de perlas”. “Continuando con el tema del encaje adornado con perlas, están el libro de oraciones, los zapatos, el tocado y el velo de red de seda de la novia, diseñados para que la cara de la señorita Kelly pueda verse, todo lo cual también está a la vista” *
Carolina de Mónaco
En 1978 la primogénita de la pareja, Carolina, contrajo nupcias con el playboy Philippe Junot. Para la ocasión, la joven princesa lució un vestido del diseñador Marc Bohan para Dior, de encaje con falda evasé y mangas de vuelo. Del tocado, formado por rodetes de flores laterales que evocaban a la Princesa Leia, pendía el largo velo.
Esta boda duró muy poco, para alivio de sus padres quienes no vieron nunca con buenos ojos a su yerno. Una vez obtenido el divorcio, Carolina se casó con el empresario italiano Stephano Casiraghi en 1983.
Para su segunda boda, la princesa volvió a confiar en Marc Bohan y Dior al lucir un vestido “pale wrap dress”, es decir, en color nude, de corte envolvente y con la cintura marcada por un cinto a tono del vestido. Llevaba por tocado un lazo anudado a modo de diadema en el mismo color delvestido.
Para su tercera boda con el Principe Ernesto de Hannover, lució un anodino traje de dos piezas en color gris.
Stephanía de Mónaco
Fiel a su espíritu rebelde, la menor de los Grimaldi contrajo nupcias con su guardaespaldas en 1995. Lució en esta oportunidad un vestido de encaje corto, manga larga y escote corazón que, desde luego, no pasará a la historia.
Charlene Wittstock
En 2011 llegó el turno de Alberto de Mónaco, soberano del principado luego del fallecimiento de su padre en 2005. La novia, la exnadadora sudafricana Charlene Wittstock, lució un vestido de Armani Prive de corte recto, escote barco y larga cola. Estaba elaborado en seda duquesa y bordado con cristales Svarowski y madreperlas en forma de lágrimas doradas y blancas. El largo tul pendía de un moño bajo sujetado por dos apliques de diamantes con forma de flor.

Tatiana Santo Domingo
Andrea Casiraghi contrajo matrimonio civil con Tatiana Santo Domingo en 2013. La novia, fiel a su estilo boho-chic, eligió para esta oportunidad un vestido diseñado por Missoni, sandalias planas y una corona de flores que adornaba su ondulada melena. Para la boda religiosa, celebrada en St. Moritz en 2014, Tatiana se decantó por un modelo de Valentino que consistía en un vestido de manga larga con falda de volantes y una espectacular capa con capucha.


Beatrice Borromeo
La aristócrata italiana Beatrice Borromeo contrajo matrimonio con Pierre Casiraghi en 2015 e hizo gala de su indiscutible buen gusto al vestir. Para la ceremonia civil que tuvo lugar en Mónaco, lució un vestido en color rosa de encaje firmado por Maria Gracia Chiuri y Pier Paolo Piccioli para Valentino.
Para la boda religiosa en las Islas Borromeas, propiedad de la familia de la novia, Beatrice encargó a Armani dos vestidos, uno para el enlace y otro para la fiesta posterior. Para el primero vistió uno confeccionado con encaje, de escote redondo y manga francesa e importante cola que luego cambió por otro de inspiración griega, con tirantes, escote en V y falda de vuelo.
Charlotte Casiraghi
Charlotte Casiraghi se casó por civil en junio de 2019 con el productor Dimitri Rassam, hijo de la actriz francesa Carole Bouquet.
Para la ceremonia, la novia vistió un vestido “mini” confeccionado en brocato gris salpicado de perlitas de rocío, con cuello caja, manga larga y lazos XL en la delantera firmado por Anthony Vaccarello para YSL. Completó el estilismo con unos aros de hilo de diamante, el anillo de compromiso y un clutch a juego con los zapatos de punta en color hielo y pulsera al tobillo. De esta forma, Charlotte rindió homenaje a su abuela Grace el día de su boda civil en 1956.
Para la fiesta de largo en el Palacio de La Vigie, Charlotte se declinó por un modelo de la colección primavera-verano 2019 de Chanel en homenaje a Karl Lagerfeld. Se trató de un vestido blanco de cuerpo entallado, falda amplia con abertura y escote palabra de honor que fue el contrapunto para lucir la gargantilla de Cartier, con tres hilos de diamantes, que perteneció a su abuela Grace y que hacía muchos años que no aparecía en público.
Felix dol-maillot
Las generaciones pasan pero esa mística de glamour y belleza monegasca permanece.