Finalmente, llegó la primavera!
No solo vemos alrededor nuestros jardines desperezarse sino que nuestra mente y cuerpo también se activa. El estilo de vida que impera determina que debemos vivir, comer y comportarnos todo el año igual, pero los ciclos circadianos están en nuestro ADN y naturalmente vamos a sentir que llegando esta estación el cuerpo habla y pide cambios.
Según el ayurveda, la última parte del invierno y la primavera se relacionan con el dosha Kapha, pesado y lento, pero así como la primavera aliviana el aire, la acumulación kapha que hemos hecho ( de calorías, de poco movimiento ) empieza a licuarse.

Si sumamos a esto la mayor disponibilidad de frutas y verduras, la Primavera es sin dudas una estación ideal para ayudar al cuerpo a eliminar lo que no es necesario.
Sepamos que el cuerpo es perfecto en detoxificarse solo a través de los riñones, aparato digestivo, sistema linfático pero, nuevamente, es tanta toxina a la que lo exponemos a través de comida, bebidas, medio ambiente, productos cosméticos… que planificar un plan detox es una ayuda bienvenida.
Sólo por visualizar este tema: un recién nacido en EEUU tiene 287 toxinas en la sangre de su cordón umbilical que ha recibido de su madre. Es decir que tiene su madre.
Limpiar, entonces, el cuerpo a través de los alimentos nos permitirá enfrentar el último tramo del año antes de las vacaciones con más energía, menos inflamados y con la mente más despejada.

Desintoxicar no es hacer dieta
Como verán, llegado a este punto de la nota nunca mencioné la palabra dieta ya que un plan de limpieza no tiene implicancias de adelgazamiento ni tampoco se basa en medidas extremas como ayunos o restricciones.
Se trata entonces de retirar momentáneamente ciertos alimentos y agregar otros que por su aporte de fibras, líquidos o probióticos restauran el ciclo natural de eliminación del cuerpo.
“Mi intestino se despertó” me han dicho clientes a los que le cocino durante estos planes. “ Me cambió la piel, el humor“ es otra de las observaciones. “Hoy tiré todos los papeles viejos de mi escritorio, la limpieza también me dio por mi casa” me han llegado a comentar.
Y es que un proceso detox no impacta sólo en lo físico. Impacta también en lo emocional, en el entorno y en los vínculos.
Es un restart en muchos planos.
Y como tal es un proceso complejo y holístico. Por ello, es también parte del mismo el acompañamiento de una vida activa y de una práctica que brinde calma a la mente como puede ser mindfulness.
Volviendo al inicio, la primavera es muy generosa en horas de luz, en temperaturas amigables para la vida al aire libre, en abundancia de frutas y verduras. Puede ser tu gran aliada para reconectar con hábitos que te acerquen a tu medida exacta de bienestar.
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