Catherine Middleton, Duquesa de Cambridge, causa admiración por donde quiera que vaya. Su estilo de vestir y sus maneras refinadas son producto de un arduo entrenamiento que cualquiera de nosotras, si nos lo proponemos, podemos adquirir.
1 – Sentarse “a la Middleton”
Cuando Kate Middleton se sienta siempre lo hace con las rodillas y los tobillos pegados. En caso de tener que permanecer sentada durante un buen rato, cruza las piernas a la altura de los tobillos. Su sello personal consiste en mover ambas piernas hacia un lado de forma tal que dibujen un zigzag. Para mantener la espalda erguida, ésta no debe apoyarse sobre el respaldo de la silla sino que se debe mantener una pequeña distancia. La barbilla debe estar paralela al piso. Si está muy elevada proyecta desinterés; lo contrario, una baja autoestima. Las manos se colocan en el regazo.
2 – Porte y Postura al caminar.
La espalda debe mantenerse erguida, los hombros en posición natural (ni volcados hacia adelante ni echados hacia atrás) y la barbilla debe estar paralela al piso.
En caso de subir y bajar escaleras, sólo se debe mirar hacia el piso cuando se pisa el primer escalón. Acto seguido, hay que proceder a subir o bajar erguida, con el mentón levemente elevado y la mirada hacia adelante. La mano debe reposar delicadamente sobre el posamanos.
3- Descender del automóvil.
Descender con gracia de un automóvil es todo un arte sobre todo si estamos vistiendo falda o vestido. La clave para poder hacerlo sin sufrir percances es la siguiente: nos movemos hacia el borde del asiento y mantenemos las rodillas mirando hacia el ángulo que forma la puerta con el vehículo. Apoyamos un pie en el suelo y luego el otro, una vez que ambos están bien firmes salimos erguidas ayudándonos con el propio automóvil o tomando la mano de alguna persona que gentilmente nos ayude.
4 – Comportamiento en la mesa.
Estas son reglas generales que debemos tener en cuenta:
- La comida va a la boca y no al revés.
- Los codos jamás se posan sobre la mesa.
- La servilleta se coloca sobre el regazo plegada en forma rectangular. Se debe limpiar la boca antes y después de beber.
- Los cubiertos no son remos, una vez que se levantan de la mesa jamás vuelven a tocarla.
- Al tomar sopa, la cuchara va hacia la boca y se ingiere de forma silenciosa.
- Si una persona sentada a la mesa debe retirarse al baño, se excusa y levanta sin anunciar hacia donde se dirige. Por otra parte, es una excelente ocasión para retocarse el maquillaje en privado. 5 – El five o’clock tea
Nada más inglés que un té a la tarde. Ana Maria, VII Duquesa de Bedford estaba junto a su esposo de visita en el castillo del Duque de Rutland en Escocia. Éste solía cenar a horas muy tardías por lo que la Duquesa solicitó le fuera servido un té acompañado de sandwiches para sobrellevar la espera. Esta anécdota llegó a oídos de la gran amiga de la Duquesa, la Reina Victoria, quien adoptó la costumbre de tomar un té entre las 16 y las 18 horas. La muy inglesa tradición del té había nacido y para hacerlo como una experta se deben seguir ciertas reglas:
- El asa de la taza mira hacia las 3 en el reloj.
- Al asir la taza no se levanta el dedo meñique.
- Primero se sirve el té y luego la leche.
- El té se revuelve con la cuchara hacia atrás y hacia adelante y sin golpear la taza. No se revuelve en forma circular.
Por si esto fuera poco, los movimientos deben ser delicados y gráciles, se debe evitar gesticular exageradamente y se debe modular el tono de voz.
Pero, por sobre todas las cosas, la etiqueta consiste en ser educado, gentil y considerado con todo el mundo sin importar su condición étnica, de género o social. Y esto, está al alcance de todos.
- Véase Arroyo Perez, Luis (2014), La mesa está servida. Buenos modales en la mesa. Homenaje a Eugenia de Chikoff. Buenos Aires, Argentina, Editorial Dunken.