Quienes vengan siguiendo este espacio o hayan asistido a mis talleres saben que mi mirada hacia el mundo Mindfulness es amplia y no se cierra sólo a una técnica de meditación.
Por ello he estado pensando mucho en escribir acerca de esto: el cuidado y la responsabilidad en el uso de las palabras.
Estar presente en el presente ES también estar atento a las palabras que uso hacia mi y hacia los demás. Siento que se está desde hace tiempo ejerciendo mucha violencia con la palabra escrita y hablada. Muchas veces sin siquiera detenerse a medir el daño que generan.
Estudios recientes, del área de la neurociencia, han medido las consecuencias de usar un lenguaje positivo.
“Despojarse de las palabras heridoras, autoritarias y poco respetuosas y adoptar otros términos, expresiones y gestos que transmitan cordialidad y entendimiento podría tener un poder transformador en nuestras vidas. Esta es la convicción que ha llevado al filósofo Luis Castellanos (Madrid, 1955) a estudiar desde la neurociencia las bondades del lenguaje positivo, una de las claves de la nueva educación.” *
EMPODERAMIENTO LINGÛISTICO
Ser responsable y comprometido con las palabras que se usan es una tarea delicada y maravillosa, que sólo puede realizarse sostenida en el tiempo si se sale del modo automático, de las modas, de la liviandad y se comunica con conciencia
– probá durante 20 días no hablar mal de nadie, ni en la vida offline ni en la online
– utilizá el lenguaje sin segundas intenciones, sin manipulación
– elegí palabras positivas y formas del lenguaje que conduzcan a la empatía y al entendimiento. No se trata de llenar nuestro vocabulario de adjetivos bonitos sino de ser constructivos en la manera de comunicar
– intentá salir de la escasez de las palabras groseras e hirientes
– esto quizás parezca una obviedad, pero hablá lo necesario. Ser exacto y justo en las palabras usadas es también parte del cambio
– empezá siendo consciente de cómo te hablás a vos mismo/a y luego evaluá cómo le hablás a los demás
– practicá la ESCUCHA ACTIVA, sin interrupciones, sea de celulares en la conversación, palabras apresuradas o gestos.
– respetá a tus allegados, dejando fuera de la mesa del restaurante el celular. La costumbre de ponerlo al revés tampoco suma, simplemente guárdalo
– la mente condicionada tiende a generalizar, a estereotipar. Estate atento/a a las frase como “ todos son…” “ ellos son…” “ siempre”
HONRA EL SILENCIO, que también comunica muchísimo y que hoy está tan devaluado