No hay nada más elegante y sofisticado que la lencería que juega con encajes, bordados y transparencias, la que fue confeccionada para esconderse, seducir y revelarse en la intimidad. Sin embargo, en nuestras rutinas cotidianas debemos buscar la funcionalidad y la comodidad sin renunciar al diseño y a la calidad de los materiales. La ropa interior femenina de uso diario cumple dos funciones básicas, higiene y sujeción. Con respecto a esta última, hace las veces de soporte para que la ropa exterior luzca en todo su esplendor.
Las reglas básicas del uso de la ropa interior pueden resumirse en 4 puntos a tener en cuenta:
1 – Se debe llevar ropa interior siempre.
2 – La ropa exterior determina qué tipo de prendas íntimas usar. De esta forma se evitan desastres como cuando el bikini sobresale por encima del pantalón
3 – Al igual que lo que sucede con las prendas exteriores, las interiores también deben ser de la talla correcta. Si es menor, provoca la aparición de volúmenes corporales que deforman visualmente el cuerpo y, si es mayor no cumple con la función de sujeción.
4 – La ropa interior debe ser “invisible”. Esto significa por un lado, que no debe entreverse a través de las prendas exteriores, como por ejemplo, cuando se usa un sujetador oscuro por debajo de una camisa blanca. Pero también refiere a que las costuras o elásticos no deben marcarse exteriormente. En este sentido, es recomendable usar ropa interior sin costuras y también cortar toda etiqueta o grifa cosida a la misma.