La irrupción del covid-19 supuso el detenimiento de las actividades y el confinamiento de sociedades enteras. De un momento a otro, las personas nos vimos enfrentadas a nuestros miedos más atávicos obligándonos a reflexionar sobre el sentido de la vida y el valor de lo que verdaderamente importa.
Desde el punto de vista económico, las empresas y las personas sufrimos un cese de actividad sin precedentes que impactó sobre el ingreso de familias y empresas, quienes tuvieron que idear diferentes estrategias de sobrevivencia ante una crisis de escala planetaria. El replanteamiento de nuestra economía individual y de nuestras prioridades vitales entrañó la modificación de los hábitos de consumo y las costumbres.
Pese a la adversidad, los seres humanos nos ingeniamos para celebrar la vida con nuestros afectos. Hoy los bautismos, bodas y festejos en general cambiaron de formato adaptándose a las disposiciones sanitarias vigentes en cada país. Estas restricciones impactaron sobre la forma en que nos vestimos y adornamos al punto que la mascarilla ha pasado de ser un elemento sanitario a un accesorio de moda.
Pero también es momento de echar una mirada al pasado y revisitar aquellos vestidos de novia que nos hicieron suspirar y que siguen inspirando estilismos nupciales pese a todo.
Las invito a soñar con esta selección de novias que forman parte de mi galería de “Novias inolvidables”.
1. Lauren Santo Domingo
Lauren Santo Domingo, cofundadora de Moda Operandi y editora de moda de Vogue, se casó con el colombiano Andrés Santo Domingo en la ciudad de Cartagena, Colombia el 18 de enero de 2008.
El vestido de la ceremonia religiosa fue creación del belga Oliver Theyskens que, en ese entonces, era jefe de diseño de Nina Ricci. Theyskens creó un vestido strapless con importante falda adornada con peonías cosidas a mano para lo cual se necesitó 60 metros de seda Jacquard. La novia se cubrió con un tapado bordado con detalles de encaje vintage, hilo de plata y plumas.
2. Sabine Getty
La diseñadora de joyas libanesa Sabine Ghanem contrajo matrimonio con el financista Joseph Getty en la Catedral de los Doce Apóstoles de Roma en mayo de 2015.
La novia lució un vestido de Schiaparelli Haute Couture de raso ceñido, manga larga y hombros al descubierto. El toque dramático lo proporcionó la capa bordada con capucha cuya cola medía 7 metros de largo. Los motivos solares que decoran el vestido y la capa están inspirados en una pieza icónica de Elsa Schiaparelli.
Está completamente bordado a mano en los talleres de Maison Lesage y se utilizaron más de 500.000 lentejuelas doradas. Los zapatos de la diseñadora Charlotte Olympia replicaban los motivos solares del vestido.
3. Lady Charlotte Wellesley
Lady Charlotte Wellesley, hija del Duque de Wellington, contrajo nupcias en 2016 con el colombiano Alejandro Santo Domingo en la Iglesia de la Encarnación de Íllora, España.
La novia llevó un vestido de la diseñadora inglesa Emilia Wickstead en color crema, gran falda y hombros al descubierto. Lo acompañó con un largo velo bordado con lunares.
4. Olympia von und zu Arco-Zinneberg
La condesa Olympia von und zu Arco-Zinneberg se casó con el pretendiente al trono de Francia y actual jefe de la Casa Bonaparte, Jean-Christophe Napoleón el 19 de junio de 2019 en la Catedral de Los Inválidos en París.
La novia lució un vestido de Oscar de la Renta de la colección invierno 2019, enteramente bordado con motivos de hojas de helecho que acompaño con capa a juego, velo y tiara bandeau propiedad de su abuela Maria Beatriz de Austria-Este.
5. Tatiana Santo Domingo
Tatiana Santo Domingo se casó con Andrea Casiraghi en una nevada ceremonia religiosa en la estación de esquí de Gstaad, Suiza en 2014.
Muy pocas fotos se han filtrado de este enlace blindado a la prensa pero el boceto del traje de Valentino y lo poco que se pudo ver a través de imágenes de asistentes a la ceremonia, nos dejan boquiabiertos.
El vestido a la medida, está confeccionado en tul de seda marfil y encaje de macramé con una capa de cashmere doble marfil.
La novia tomó prestada de su suegra, Carolina de Mónaco, la tiara Fringe de Cartier que puede transformarse en gargantilla como suele usarla su propietaria.