Una semana atrás fui con mi padre a almorzar a un restaurante, al finalizar nuestros platos la pregunta: “¿Té o café?”. Él pidió un “té digestivo”, como acostumbra, y yo pedí si me podían mostrar que otras opciones tenían. Mientras esperaba la cajita con los tés, le dije a mi padre que lo que él iba tomar no era un té propiamente dicho, sino una tisana y más allá de la denominación formal intenté explicarle por qué podía ser útil diferenciar ambas infusiones.
Para que una infusión sea considerada un té, las hebras deben provenir de la planta del té, que científicamente lleva el nombre de Camellia Sinensis. En Occidente, también consumimos comúnmente otro tipo de infusiones como menta, manzanilla, rooibos, canela o cedrón. Estas llevan el nombre de tisanas, no de tés, ya que ninguna cumple el requisito mencionado arriba, sino que provienen de otras plantas (hierbas, arbustos o árboles).
La Camellia Sinensis tiene dos subespecies principales: Camellia Sinensis Sinensis y Camellia Sinensis Assamica, que a su vez dan origen a distintas variedades. Todos los tés provienen de esta única planta, la Camellia, y es en el proceso de manufactura que se transforman en uno de los 6 tipos básicos de té: verde, blanco, amarillo, oolong, negro o dark (puerh). Es decir, que con los brotes y hojas de la planta del té podemos elaborar cualquiera de estos tés, siguiendo el estricto proceso que corresponde en cada caso.
Entonces, de más a menos tenemos:
·Infusión: bebida que se obtiene al introducir en agua caliente las hojas de té, manzanilla, una rama de canela, hojas de menta, frutos, etc.
·Té: infusión de las hebras de té, provenientes de la Camellia Sinensis.
·Tisana: infusión de una o varias hierbas, especias, flores o frutos.
Y como siempre nos gusta crear y probar nuevos sabores, en determinado momento, las hebras de té se comenzaron a mezclar con esas otras plantas, frutos y flores; así surge lo que se conoce como Blend (español: mezcla o combinación), que en este contexto se define como:
·Blend: mezcla o combinación de tés provenientes de distinto origen o con otros ingredientes, dando lugar a una nueva infusión. Por ejemplo, té verde con jazmín, Earl Grey (té negro con aceite de bergamota) o English Breakfast (combinación de tés negros).
Lo expuesto nos será muy útil si somos amantes del té o de las infusiones en general. Ahora podemos distinguir qué es lo que nos están ofreciendo a la hora de comprar, si es un té puro o si es un blend, y en ese caso saber que será una mezcla de varios tés o preguntar qué otros ingredientes contiene. Cualquiera de las infusiones mencionadas tiene propiedades medicinales, como el efecto digestivo de la menta con la manzanilla, el alto contenido antioxidante de té verde o el efecto tranquilizante de un blend de té blanco con hojas de tilo. No siempre la persona que nos atiende conoce esta información, ni es un sommelier de té y tisanas, así que si somos amantes de las infusiones debemos tener presentes estos datos para disfrutar plenamente de nuestra bebida y obtener los resultados esperados.
Bibliografía:
·Diccionario Real Academia Española.
·BISOGNO, V y PETTIGREW, J. (2014): “Manual del Sommelier de Té”.
·SMITH, K. (2016): “World Atlas of Tea”