Conocemos a Ana Inés Ríos, nacida en San José, en una entrevista en primera persona. Ella es «las manos» detrás de InesInda.
«Cuando era niña, mi abuela me llevaba a un centro donde enseñaban todo tipo de manualidades, así que aprendí a bordar a mano, crochet, macramé (había varias señoras que enseñaban las diferentes cosas), y entre ellas una enseñaba el fieltro.
No se que esperaba mi abuela de mi, pero la verdad aprendí todo y nunca apliqué nada, porque nunca ne preguntaron que era lo que me gustaba. Al igual que estudiar piano, lo hice, me recibí y jamás volví a tocar. Hacer teatro fue otras de las propuesta y salí rockera desde adolescente y muy bohemia.
En fin el asunto es que hace años atrás vi una prenda de fieltro en Punta del Este, me enamoré de ella ( de hecho me la compré), y me llevó a aquellos años de niña, recuerdos, vivencias de otras épocas, fue un viaje en el tiempo.
Me sentí conmovida y todos esos sentimientos me pusieron frente a mi mesa de trabajo con una gran cantidad de lanas. Sin pensarlo dejé que mi corazón se expresara a través de mis manos.
InesInda que es el nombre de mi marca surge de la unión del nombre de mi mamá Inés y el de mi abuela Indalecia, mujeres fuertes que marcaron mi vida.
Me inspira, las flores y sus colores, son hermosas las mil formas que nos propone la naturaleza con sus paletas de colores y tonalidades. En InesInda Felt las flores son una constante, como dice la letra de una canción: “mirando las flores, sintió que no hay errores”…
Cada vez que empiezo una prenda coloco sobre la mesa muchos colores de la paleta con la que quiero trabajar y voy viendo cuales se amalgaman mientras voy trabajando. Nada es predeterminado, es como trabajar en un lienzo en blanco y los diseños van fluyendo. Cuando finalizo y sólo en ese momento siento esa tranquilidad del trabajo realizado y logrado. Amo lo que hago, agradezco y después de mil años, lo que mi abuela me llevó a aprender.
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