Su buen instinto, su mente sumamente analítica y su compromiso inquebrantable con la calidad, han sido las claves del éxito de Sophie Vann-Guillon.
En la década de 1980, después de haberse graduado en marketing en una universidad de California, esta elegante mujer francesa con ascendencia vietnamita, mejoró el dinamismo internacional de Parfums Balmain y Oscar de la Renta.
Posteriormente, tomó a su cargo la responsabilidad de dirigir desde Ginebra, el marketing operacional de la marca Yves Saint Laurent. En ese momento, Sophie asumió como un todo las relaciones públicas de la marca en general: perfumes, maquillaje y cuidado de la piel. Hizo que YSL se destacara – como nunca antes -, en el mercado suizo, estudió sus fórmulas, profundizó en los ingredientes utilizados, aprendió sobre los procesos industriales y optimizó la gestión de inventarios. Estos fueron los logros que su esposo Didier reconoció en el año 2000, cuando la invitó a unirse al Grupo Valmont.
A partir de allí, su naturaleza exigente y su experiencia en maquillaje llevaron al Grupo a crear productos innovadores y nuevas tonalidades.
El éxito de Sophie Vann-Guillon radica en su habilidad para combinar la pasión y la experiencia; observa, analiza, entiende y actúa. Domina tanto el desarrollo de productos, como el marketing, confía solo en profesionales con probada experiencia y evalúa cualquier situación con una velocidad asombrosa.
Su juventud y encanto, enaltecen su madurez y definen su amor por la vida: una fuente de energía que la lleva a buscar el contacto humano, a interesarse por diversos temas, a reconocer ideas innovadoras, dominar seis idiomas y destacarse donde quiera que vaya. Al mando de CVL SA, como CEO, Sophie garantiza la integridad y la perpetuidad de todas y cada una de las marcas del Grupo Valmont, gestionando los asuntos cotidianos de cada catálogo y, sobre todo, nunca baja sus brazos.