Qué es?
Recapitulando. Como vimos en artículos anteriores, existen seis tipos básicos de té (blanco, amarillo, verde, oolong, negro y dark tea) y todos provienen de la misma planta, Camellia Sinensis. Siempre se parte de las hojas frescas de dicha planta y será durante el proceso de manufactura que, mediante diferentes procedimientos, se llega a alguno de los seis tipos de té mencionados. Todas las infusiones que no contienen hebras de la Camellia Sinensis no son estrictamente té, sino una tisana, ej.: manzanilla, menta, cedrón, rooibos, etc.
Cuando hablamos de té frío o iced tea, nos referimos al clásico té o a cualquier tisana pero servida bien fría o con hielo. Esta forma de consumir las infusiones fue ganando popularidad como una alternativa saludable y refrescante frente a otras bebidas azucaradas y gasificadas.
Les dejo algunos tips para prepararlo en sus casas y en caso de recurrir a una opción comercial (embotellada o en cafeterías) les recomiendo verificar qué es lo que están tomando, ver si tiene aditivos, colorantes, aromatizantes artificiales o azúcar para no confundirnos y creer que vamos por una opción más saludable cuando en realidad es solamente una estrategia de marketing y el contenido no es bueno.
¿Cómo se prepara?
Opción 1 “Rápido, ¡necesito un té frío ya!” – Infusionan en caliente y agregan hielo.
Van a preparar el té como siempre (ver artículo de temperatura y tiempos de infusión) pero la clave está en que tienen que hacerlo más concentrado, es decir, van a utilizar mayor cantidad de té para así evitar que quede aguado cuando viertan el té caliente sobre los hielos y estos se derriten.
¿Cuánto más concentrado? Si habitualmente utilizan 3 g de té para 200 o 250 ml, ahora van a usar 6 g o más para la misma cantidad de agua. Pero no se preocupen por medir y pesar si no tienen los implementos, si habitualmente usan una bolsita té pueden usar dos y si toman té en hebras y suelen usar dos cucharaditas de té, en este caso agreguen 4 o más.
Cuando tengan su concentrado de té caliente pronto, llenan un vaso con hielo hasta arriba y sirven el té. Les va a quedar bien frío y ¡pronto para tomar!
Opción 2 – “Más tarde me tomaría un té frío”- Infusionan en caliente y lo dejan en heladera o infusionan en frío.
Si no les importa esperar tienen dos opciones. Hacen el té con agua caliente, como siempre, no varían nada y lo dejan enfriar en la heladera. Cuando esté bien frío está pronto para tomar.
Otra opción es hacer una infusión en frío. Pueden usar una botellita, jarra o bidón, poner el té en hebras dentro y completar con agua a temperatura natural o fría. Lo dejan en la heladera y esperan al menos 3 horas para que el té desprenda su sabor y aroma. El tiempo que deben esperar va a depender del tipo de té, no es lo mismo un té verde que un oolong enrollado que demora mucho en abrirse y desprender su sabor.
¡Tips!
- Como saben, suelo consumir té en hebras de buena calidad, para poder aprovecharlo al máximo, suelo tomar mi té caliente y cuándo termino en lugar de tirar las hebras, las reutilizo en una infusión en frío. Lo dejo en la heladera y al cabo de algunas horas tengo un té frío riquísimo. Se los recomiendo.
- Al té frío le pueden agregar menta, jengibre, pepino, cascara o rodajas de limón o naranja, clavo de olor o lo que quieran para decorar y realzar su sabor.
- En el artículo sobre el matcha pueden ver una receta de un smoothie con matcha, nutritivo, fácil y delicioso.
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Do it!