El histórico editor de Vogue André Leon Talley dice que es el “zenit de la elegancia en el armario de cualquier mujer”.
El vestido negro reina desde que hizo su aparición de la mano de Chanel en 1926 y se consagró con Audrey Hepburn en la mítica escena de Breakfast at Tiffany’s.
Es la pieza más versátil del armario femenino, ¿cómo lo elevamos de categoría?. Con el recurso infalible de los accesorios. Un buen collar, especialmente de perlas, un broche o un pañuelo al cuello y voilà.